Razones para incluir los frutos secos en tu dieta

Razones para incluir los frutos secos en tu dieta

Los frutos secos son el alimento perfecto para cuidar nuestra salud, especialmente para el corazón y la  piel. Proporcionan una infinidad de beneficios debido a su gran cantidad de nutrientes, como ácidos grasos insaturados, proteínas de alta calidad, fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos, que tienen propiedades cardioprotectoras, anticarcinogénicas, antiinflamatorias y antioxidantes.
Pero siempre y cuando se consuma una cantidad adecuada, porque también aportan una gran cantidad de grasa y puede provocar el aumento de peso. Se recomienda tomar solo un puñado al día, unas tres veces por semana.

Las ventajas para la salud y la piel son innumerables e imprescindibles. Estos proporcionarán los nutrientes necesarios para mantener una piel bien estructurada y tersa, ya que contienen vitaminas E, que es un antioxidante que neutraliza la acción dañina de los radicales libres, vitaminas del grupo B. Ayudan a acelerar la renovación de las células, así como a reducir la oxidación celular y el envejecimiento de la piel.

Por lo tanto, junto con las frutas y las verduras son imprescindibles para una dieta sana y beneficiosa para tu piel.

Hoy en día muchos laboratorios de cosmética apuestan por los frutos secos en sus fórmulas de productos para el cuidado de la piel por ser consideraros como poderosos hidratantes. Poseen cualidades suavizantes e hidratantes capaces de aportar lípidos y agua a las capas profundas de la piel, formando capas impermeables para evitar que la humedad pueda evaporarse.

Gracias a sus innumerables ventajas para la piel los frutos secos son uno de los ingredientes más utilizados en la cosmética.
Por ser insumos naturales los resultados son muy seguros y la tolerancia cutánea es garantizada.


¿Cuáles debemos de consumir?
1. Almendras
Las almendras son una excelente de fuente ácidos grasos y son ideales para reducir las inflamaciones e  hinchazones siendo  una de las mejores aliadas para tratar problemas como el acné, la psoriasis o los eccemas.

2. Semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son una gran fuente de vitamina E, zinc y magnesio.  Este alimento combate aquellas bacterias responsables del acné y, también, promueven la regeneración de las células cutáneas.

3. Las nueces
Las nueces son una gran fuente de vitamina B, atenúan los niveles de estrés y ayudan a prevenir todas las condiciones cutáneas que esta pueda originar, como es la sequedad, la flacidez, la rosácea.
Una de las variedades de nueces más recomendada es la Pecana, que son pura fibra y que son esenciales para la rutina de belleza. Estas devuelven el brillo natural a la piel regulando la producción de grasa.

4. Semillas de girasol
Las semillas de girasol  estimulan  la buena circulación de la piel.  Favorecen calmando los nervios  previniendo las clásicas arrugas que pueden salir en el rostro, como en el entrecejo.

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