Para limpiar y cuidar a fondo nuestra piel, primero debemos comprender las necesidades individuales de nuestra piel y seleccionar un limpiador en función a los factores externos.
La limpieza excesiva elimina el sebo natural de la piel y provoca un desequilibrio cutáneo. La piel desequilibrada puede sentirse seca o producir más sebo para regular su propia barrera protectora.
"Tipo de piel" es un resumen de todas las funciones de la piel. Te indica cuánto sebo produce, cómo regula su capa lipídica protectora y cómo reacciona a factores externos como el calor, la sequedad, el ejercicio, la dieta y el estrés. Recomendamos utilizar productos de limpieza suaves adaptados a cada tipo de piel y a sus necesidades individuales.
La piel seca y sensible requiere una limpieza suave para evitar eliminar la película agua-lípidos o irritar el estrato córneo.
Para pieles grasas, recomendamos un limpiador que elimine el exceso de sebo y equilibre la piel sin eliminar el exceso de humedad. Esto se debe a que puede estimularse y producir más sebo.
Debido a la compleja dualidad de la piel mixta, requiere una limpieza que limpia eficazmente las zonas grasas sin agravar las zonas secas.
Para pieles normales, sugerimos un método de limpieza suave pero eficaz que ayudará a mantener el equilibrio de la piel. Al elegir un limpiador, elige una textura y un producto que se adapte a las necesidades individuales de tu piel.
* Bálsamo limpiador: elimina eficaz y suavemente el maquillaje y los residuos acumulados durante el día.
Los aceites vegetales descomponen y eliminan rápidamente los componentes lipídicos del maquillaje, el sebo y los residuos. Existe la percepción de que los productos de bálsamo limpiador solo son adecuados para pieles secas, pero también pueden ser útiles para pieles grasas al ayudar a mantener una producción adecuada de sebo.
Este producto soluble en agua a base de aceite es adecuado como limpiador facial diario y está especialmente formulado para disolver el maquillaje de la delicada piel del contorno de ojos y boca.
* Aceite limpiador: Brinda una limpieza profunda para una variedad de tipos de piel. Los limpiadores en aceite generalmente tienen un contenido tensioactivo ligeramente mayor que los limpiadores tipo leche o crema, por lo que son especialmente indicados para regular la producción de sebo y ayudan a proporcionar una limpieza profunda y refrescante.
Están formulados para proporcionar una limpieza profunda sin resecar la piel y cada uno tiene texturas y propiedades diferentes.
* Espuma Limpiadora: Un favorito entre aquellos que prefieren una textura ligera y delicada con una rica espuma, este limpiador en espuma está fortificado con nutrientes para proporcionar una limpieza muy suave pero completa sin quitar la humedad de la piel.
Adecuado para una variedad de tipos de piel, pero especialmente ideal para pieles normales a grasas.